¡Descargad todo lo que podáis!

He pensado mucho en el canon desde que a Javier Capitán se le apareció el Dios del Canon. Tenía que haberle dicho que le preguntase de mi parte si los miembros de la SGAE los designa él (el Dios del Canon, no Capitán, obviamente), pero se me pasó.

Y he estado pensando, no sólo por lo que supone, incluso, para los teléfonos móviles, que ya es el colmo, como explica Antonio Delgado, sino porque, realmente, no lo entiendo:

No llego a comprender que me cobren por comprar un CD virgen si no saben para qué lo voy a usar, si para grabar música o las fotos de la comunión de mi primo, y mucho menos que me cobren por tener una grabadora en el ordenador. ¿Qué pasa si grabo un corto yo misma y quiero hacer copias para mi familia como regalo de Reyes?

Será por si acaso, pero a mí me parece que, no sólo pagan justos por pecadores sino que además, nos pasamos por el forro todos los esfuerzos del Copyleft por ampliar la distribución de lo que llaman propiedad intelectual. Aunque sea una redundancia, no entiendo que no entiendan que prefiramos darnos a conocer a que ellos se llenen los bolsillos (Porque, además, se los llenan ellos, no los autores).

Además, no entiendo tampoco que me cobren por bajarme una canción, igual que no entendería que me cobrasen si una amiga/o me deja un cd original para que lo escuche, ¿o eso es ilegal?. Por mi parte, la mayoría de cosas que descargo, lo hago porque no pienso comprarlas. Y si me gustan cuando las he visto o escuchado, las compro, porque la calidad suele ser bastante mejor, pero si no me gusta, lo borro de mi ordenador y punto. ¿Me van a cobrar por tener una canción durante cuatro minutos en el ordenador, que es lo que tardo en escucharla? Pues parece que sí.

Tampoco comprendo que una persona suba su propia música con su propia letra y su propio trabajo, voluntariamente, a internet para darse a conocer, como hacen muchos hoy en día (apunten esto, señores del canon: una de las ventajas que tiene internet es que permite darte a conocer a más gente de la que llegarías grabando un disco) y pretendan cobrarle al que se la descarga cuando su autor no verá ni un duro.

Sin embargo, la realidad es que el canon ha superado la barrera del congreso, cosa que tampoco entiendo. Me gustaría preguntarle a los diputados si nunca se han descargado nada de internet, o si lo han hecho sus hijos.

Creo que habría que hacerle caso a Dario: ¡todos a piratear! ¡rápido! ¡antes de que empiecen a cobrarnos por todo!

Al menos, nos queda soñar con que las cosas sean diferentes: