sábado, 8 de diciembre de 2007

ecomunicacion

Las nuevas formas de comunicación parecen haber cambiado por completo el panorama mediático. Ahora, la posibilidad de publicar está cerca de todos, y con las mismas características para todos: nadie encontrará más obstáculos que otra persona a la hora de lanzarse a la comunicación en este nuevo mundo llamado internet.

En este ámbito,
hay quien asegura, con razón, que los paradigmas de la comunicación están cambiando. Ya podemos hablar de paradigmas de la e-comunicación, que se pueden establecer en 10 puntos, como explica José Luis Orihuela, y que ahora resumo:

El primero de ellos sería el fin de los "mass media", los medios de comunicación de masas, para dar paso a una comunicación individualizada o a la carta. Los medios ya contemplan la posibilidad de configurar los intereses informativos de cada usuario para facilitar la personalización de los contenidos.

El segundo paradigma, sería la convergencia de medios que se ha producido con la digitalización: internet ha permitido integrar el texto, el audio, el vídeo, los gráficos, las fotografías o las animaciones en un solo medio. Con ello, la información puede ser más completa, y la comunicació puede ser más amplia y más sencilla.

En tercer lugar, derivado de lo anterior, este nuevo soporte, que engloba todos los formatos de información hace que a través de la red se pueda acceder, no sólo a periódicos digitales, sino a revistas, canales de televisión, e incluso películas. Con esto, surge el temor y la polémica sobre la supuesta desaparición de los medios ahora existentes, sobre todo, respecto al papel, cuando lo correcto sería hablar de un
cambio necesario de esos antiguos medios, para adaptarse a las nuevas necesidades, no de su desaparición. A lo largo de la historia, los nuevos medios han servido de complemento a los anteriores, les han hecho evolucionar, pero no les han hecho desaparecer. Ahora, no tiene por qué ser una excepción.

En cuarto lugar, internet hace posible el seguimiento al minuto de la actualidad informativa, aunque eso puede traer un problema: la obsesión por la inmediatez y la velocidad pueden dejar de lado la verificación, la contrastación de fuentes y, en definitiva, la exactitud de las informaciones que se ofrecen.
Viñeta de Máximo en El País
En el ecuador de estos diez paradigmas, podríamos hablar de la ventaja que supone el fin de un espacio limitado para escribir. Además, la complejidad de los métodos de producción anteriores deja de ser un problema: Hoy en día, cualquiera con una cámara puede convertirse en periodista por un momento. No hay límites, ni siquiera, a la cantidad de medios.

El sexto paradigma con el que nos encontramos sería el fin de los intermediarios a la hora de dar información. Ahora, el único que puede limitar sus contenidos es el propio autor de los mismos. El problema que se plantea, sin embargo, es la sobreinformación, lo que puede causar confusión a la hora de reconocer qué información es digna de confianza y cual no.

En séptimo lugar, podríamos hablar de las "nuevas simetrías emergentes", que permiten a los medios convertirse en foros, es decir, contar con la participación de sus usuarios: los clientes dejan de serlo para ser participantes. Estaríamos, como dice
Dan Gillmor, en una democratización de la información:




De este modo, ya en octavo lugar, se proyecta a escala pública nuevos roles de comunicación, en los que emisor y receptor se intercambian permanentemente a través de un mismo canal, como si estuviésemos hablando de telefonía. El usuario puede estar en continuo contacto con aquel del que recibe la información y viceversa, algo que, hasta ahora, parecía difícil de conseguir.

Esto, que podríamos configurar como otro punto de los paradigmas, nos lleva a la estructuración narrativa de la comunicación, a través, además de los enlaces, que permiten al usuario profundizar en la información que más le interese a través de otras voces.

Por último, dentro de este nuevo modelo comunicativo, los medios profesionales tienen que aprender a ser un filtro que distinga la información en la que se puede confiar, actuando frente a la sobreinformación y realizando una búsqueda efectiva de la información.

Con todo, la e-comunicación es el nuevo escenario de la comunicación pública, que debe plantearse como una oportunidad para los profesionales de la comunicación, que a través de las facilidades que ahora da la red, deben aprender a diferenciarse a través de la calidad de sus contenidos. Todos tenemos ahora las mismas oportunidades. La diferencia está en saber demostrar que, lo que uno hace, son contenidos interesantes y de calidad. Quizá, sera la única forma de salvarse del "
infierno de la prensa":




Esta información ampliada la podéis encontrar en los "
10 paradigmas de la ecomunicación" de José Luis Orihuela.

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