Aunque esta página ya ha tenido más de 1.000 visitas, he decidido empezar a contar desde cero. No por propia voluntad, precisamente, sino por hartazgo.
Cada vez que se abría la página del blog, entre dos y cuatro páginas de publicidad saltaban antes de que te dieses cuenta, dependiendo de si tenías activado o no el bloqueador de pop-ups.
Aunque son cosas de tener un contador de visitas gratuito, era un coñazo (con perdón) que empezaba a ponerme nerviosa. Me resistía a cambiar de contador porque tengo buena experiencia con Webstats, con el otro blog, y hasta ahora, había conseguido mantener a raya la publicidad, pero como no me llevo ni una parte de beneficio de esa publicidad (permitidme que me ponga egoista) y puedo comprender que la "audiencia" esté hasta el moño de ver salir ventanas de publicidad que, realmente, interesan a pocos, me paso a Sitemeter, que es la que tiene Sergio y parece que no le va mal.
Durante esta mañana, mantendré los dos contadores activos, porque quiero ver como funciona la cosa, pero el de Webstats tiene las horas contadas, nunca mejor dicho.
Por cierto, que viendo las estadísticas, hay que ver cómo se nota los días que he estado sin escribir...
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